Las cucarachas son unos insectos terrestres a pesar de ser alados. Existen unas cuatro mil especies distintas de cucarachas repartidas por todo el planeta. Se trata de insectos omnívoros, pueden comer casi cualquier cosa que sea orgánica, mucho más activos en las horas de oscuridad, pasando el resto del tiempo escondidos en todo tipo de rendijas y oquedades donde no llegue la luz. De entre los miles de especies de cucaracha, hay tres que podemos considerarlas como “cucaracha doméstica”: La cucaracha alemana, o rubia (Blatella germanica), la cucaracha negra u oriental (Blatella orientalis), y la cucaracha americana (Periplaneta americana).

Cualquiera de ellas resulta problemática pues pueden contaminar tanto alimentos, como utensilios de cocina. Su olor no resulta nada agradable, e incluso podrían transmitirnos enfermedades a través de su mordedura.

Las técnicas para controlar esta plaga han de empezar necesariamente por una detallada inspección: localizar el foco de la plaga y su extensión. Conviene realizar esta inspección de noche, pues es cuando las cucarachas se encuentran más activas y por tanto es más fácil localizarlas. Son habituales en cocinas, restaurantes, almacenes, sótanos, y en general allí donde el ambiente sea fresco, húmedo, puedan encontrar alimento, y grietas o escondrijos  en los que buscar refugio. Es muy común que lleguen desde la red de alcantarillado.

Dibujar un plano de la zona marcando los puntos donde hay una mayor concentración será de gran utilidad si el área es amplia. Así como distribuir trampas por toda la zona: contar los cadáveres en cada una puede darnos una idea del lugar donde se concentran en mayor número, el foco (o los focos). Tras este estudio deberemos proceder a sanear la zona. En primer lugar eliminar todo resto de basura, o material orgánico abandonado, que pueda servirles se alimento. Mantener la limpieza es fundamental. Seguidamente deberemos tratar de bloquear el acceso al recinto, tapando en lo posible cualquier rendija por la que las veamos colarse. Finalmente deberemos recurrir a los insecticidas. De hecho es casi la única opción realmente eficaz si la plaga está muy extendida.

Los aerosoles insecticidas habituales no son demasiado eficaces contra las cucarachas, a menos que se trate de un principio de plaga y la población sea baja, pues su duración es corta.

Insecticidas más potentes y eficaces, para importantes plagas de cucarachas, necesitan ser manejados con un cierto cuidado, así que resulta recomendable contactar con un profesional. Hay que tener muy en cuenta que este insecto desarrolla resistencia a los insecticidas con una facilidad pasmosa.

La higiene es fundamental y respecto a las fuentes de comida conviene:

 Nunca dejar accesible la comida. Hemos de guardar los alimentos en el frigorífico o en recipientes con tapas bien ajustadas. Esto adquiere especial relevancia durante la noche, que es cuando las cucarachas están más activas.

Lavar los platos y menaje inmediatamente después de usarlos

Limpiar bien todos los restos de comida que puedan quedar en el suelo, fogones, estanterías, debajo de los muebles, etc.

La basura ha de estar en bolsas bien cerradas y debe ser tirada con frecuencia.

Si tenemos animales domésticos, no dejar su comida fuera durante la noche.

 En cuanto al agua, lo más recomendable es:

No dejar recipientes con agua en casa

Reparar los grifos que gotean y cualquier fuga de agua de las tuberías

Cubrir los desagües con filtros por los que no puedan pasar las cucarachas

Secar bien la ducha, el fregadero y en general cualquier fuente que pueda producir de humedad.

 También tendremos que destruir sus refugios. Para ello deberemos:

Sellar todas las grietas de las paredes, suelos, muebles o cualquier espacio pequeño en el que puedan introducirse.

No acumular cajas, periódicos o papeles en el hogar, así como cualquier material que les pueda servir para ocultarse.

Si tenemos papel pintado, tener cuidado de que no esté suelto ni rasgado en ningún punto, si es así debemos repararlo.

Comprobar que las puertas y ventanas de la casa ajusten bien, si no es así instalar barreras para que no puedan entrar.

 En general hay que limpiar bien toda la casa y después de pasar la aspiradora. Después hemos que quitar inmediatamente la bolsa, introducirla dentro de una bolsa cerrada de plástico y  tirarla a la basura.

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