Las plagas más habituales son las de cucarachas, moscas, mosquitos y roedores pero las asociaciones de empresas de control de plagas alertan sobre la presencia de otras especies como el mosquito tigre o el picudo rojo que son invasoras.

Los insectos contaminan los lugares por donde han pasado y pueden transmitir enfermedades por no hablar del perjuicio económico que puede suponer para un negocio dedicado a la hostelería. Algunas personas pueden sufrir algún trastorno de tipo psicológico, vigilan constantemente por todos los rincones a la búsqueda de algún insecto y no prestan atención si están viendo la televisión o se distraen durante la cena, de forma obsesiva.

Si no se realizan inspecciones rutinarias a lo largo del año, si los dueños de los locales se niegan a aceptar la presencia de los insectos o roedores y no llaman a una empresa de control de plagas, será más difícil combatir la plaga.

En los negocios se suelen realizar inspecciones cada 3 o 4 meses, dependiendo del sector al que se dediquen, del tamaño de la industria y de otros factores. Las industrias agroalimentarias deben pasar estos controles por ley.

La prevención es la clave para evitar todos estos problemas ocasionados por plagas y cuando se detecte un problema, se debe acudir a la empresa, que está inscrita en el ROESB, Registro Oficial de Establecimientos y servicios plaguicidas y biocidas. Nuestros técnicos tienen el carné oficial que les certifica como especialistas y los productos tienen el registro y la autorización de uso dados por el Ministerio de Sanidad.

Las empresas de control de plagas son las encargadas de poner los medios de control necesarios. Lo importante es la prevención pero en el caso de necesitar un tratamiento siempre se tendrá en cuenta el nivel de infestación de la plaga y se intentará minimizar las consecuencias negativas, como evitar el cierre del local usando geles y trampas de captura.

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