El centro de salud de Cabezo de Torres recibe, desde finales del pasado año, una indeseada visita: la de los roedores. Según confirmó ayer el director gerente del Área de Salud VI Vega Media del Segura, Tomás Fernández, este ambulatorio lucha desde hace tres meses con una plaga de ratas que ya ha provocado las quejas de numerosos vecinos asustados, lógicamente, por la insalubridad que pueda provocar la presencia en el centro de estos animales. Sanidad trabaja ahora en tratar de localizar el foco externo del que, aseguran, provienen estos roedores. Sospechan que el patio del edificio anexo que acoge el centro de mayores y de la mujer podría ser la clave.

El origen de este problema se remonta al pasado mes de diciembre, cuando los trabajadores de este ambulatorio comprobaron que por los circuitos de ventilación circulaba algo más que aire. En el centro pronto corrió la sospecha de que podrían estar recibiendo la visita de los roedores y la Consejería de Sanidad comenzó a tomar medidas. «Se han puesto en marcha todos los mecanismos, tanto por parte del servicio de mantenimiento del centro, como por parte de la empresa encargada de la desratización y desinsectación de los edificios regionales, para acabar con el problema», sostuvo ayer Fernández.

Desde diciembre hasta finales del pasado mes de marzo, se han llevado a cabo, según el director gerente de este área sanitaria, «6 ó 7» actuaciones dirigidas a exterminar esta plaga de ratas con la que, por el momento, no se ha logrado acabar. Según explica Fernández, se ha constatado que la profusión de roedores proviene de un foco externo al centro. Éste provoca, afirmó, que las ratas «se estén colando y circulando por los falsos techos».

La mayor parte del esfuerzo de estos trabajadores ha ido dirigido concretamente a tratar de localizar ese foco externo para poner fin a la plaga. «La coordinadora del centro de salud se ha puesto en contacto con el pedáneo para pedirle ayuda en la búsqueda de ese foco», explicó Fernández. «Ponemos todas las medidas posibles». El último aviso por avistamiento de unos de estos mamíferos se produjo a finales del pasado mes de marzo.

Ángel Baeza, director médico de continuidad de procesos, explicó a 'La Verdad' que los empleados estuvieron trabajando ayer mismo en la búsqueda de ese núcleo y aclaró que un centro de la mujer, propiedad del Ayuntamiento de Murcia, anexo al ambulatorio podría ser la clave de todo este asunto. «Sospechamos que pueda venir de ahí, porque hay leña acumulada en el patio», recalcó.

Sin embargo, la presidenta del citado centro, Carmen Morales, se ha puesto en contacto con esta redacción para negar que tengan constancia de roedores en sus instalaciones y ha asegurado que no hacen uso del patio donde se encuentra la leña. El centro de la mujer está en el primer piso de un edificio que aloja en su planta baja al centro de mayores de la localidad.

A la espera de aclarar cuál es el origen de estos roedores, el director gerente del Área de Salud VI Vega Media del Segura aclaró ayer que también se están llevando a cabo trabajos por parte del servicio de mantenimiento del ambulatorio para cerrar todos los agujeros y salidas de aire por las que pudieran tener acceso estos animales.

«Todos los huecos o zonas de salida de aire se están sellando», explicó Fernández. Además, en el interior del ambulatorio continúan con las labores de desratización habituales para garantizar la salubridad de las instalaciones. «Dentro, el proceso de desratización y desinfección se sigue puntualmente».

Fernández descartó ayer rotundamente que los roedores hayan llevado a cabo algún tipo de desperfecto en el centro de salud de esta pedanía murciana. «No tenemos conocimiento de que eso haya ocurrido porque lo cierto es que las ratas que han pasado dentro del centro han sido exterminadas, el veneno las ha ido eliminando».

Este diario ha recibido en los últimos días numerosas llamadas de pacientes y médicos del centro indignados con la situación y preocupados por las consecuencias sanitarias que podría tener la presencia en el centro de los roedores. Tomás Fernández aseguró ayer que se está trabajando contrarreloj para atajar el problema y que no hay motivo de preocupación porque los animales no han entrado en contacto con el material médico. «Este asunto nos preocupa tanto como a los usuarios».